FEMINISMO OBJETIVO O FEMINISMO SUBJETIVO
Después de una magnífica jornada de debates encendidos, llenos de pasión y deseo de encontrarnos, después de una tormenta de ideas permanente intentando encontrar un lenguaje común, casi al final, surge un debate: el planteamiento para seguir avanzando en nuestro camino, ¿debe ser objetivo o subjetivo?
Desde un principio marxista, lo reconozco, defiendo el planteamiento objetivo.
Según definía Marx en su Manifiesto Comunista, cada sociedad tiene un pensamiento social e ideológico distinto, según su concepción de la justicia, el derecho, la estética, la libertad, la filosofía, la política, la moral, la sexualidad, la ética o la religión, así como la dignidad, la belleza, la propiedad, la vergüenza, la culpa, el honor, etc..... lo que origina unos concepto subjetivos según los intereses del poder, que los modifica para conseguir el control y dominio del sistema económico.
Mi planteamiento de la necesidad de ser objetivas es muy simple. Todas estamos mediatizadas por el poder patriarcal, que llevamos en lo mas profundo de nuestro ser, muy a nuestro pesar, pero que forma parte de nuestra piel. Todas la vivencias que hemos tenido como mujeres van directamente ligadas a la sociedad actual, adaptada a las necesidades del patriarcado para conseguir la dominación.
Para conseguir avanzar hacia un orden nuevo, las mujeres nos tenemos que abstraer de todos nuestros planteamientos personales y subjetivos. (Recordar aquello de “MIRAR SOLO EL ARBOL QUE TENEMOS DELANTE, NOS IMPIDE VER CON CLARIDAD EL RESTO DEL BOSQUE” )
Es cierto que hemos llegado donde estamos gracias, a nuestro crecimiento personal, a no aceptar como válidas todas las trampas que el patriarcado nos ha ido poniendo delante, a ir mas allá de lo posible y creernos lo imposible, casi en la clandestinidad y por encima de una sociedad que nos tilda de brujas.
Y, además desde un punto de vista solidario, hemos pensado no solo en nosotras, sino más allá, y luchamos porque la liberación de las mujeres sea un derecho mundialmente reconocido, no unas concesiones, solo para algunas sociedades privilegiadas, que se nos ofrecen como limosnas, para tenernos calladas y formalitas.
Tenemos que ser capaces de creernos que nuestra fuerza es grande y que nuestras experiencias personales son el motor, pero que para dar una consistencia a nuestro proyecto, tenemos que dejar aun lado nuestros conceptos subjetivos y crear un objetivo común, como comunes son las vivencias de todas las mujeres de la tierra.
Si queremos avanzar en nuestro camino, hemos de encontrar nuestros puntos de unión, que esos serán los que nos den la fuerza y podremos ver con claridad “el bosque”.
Maribel Jiménez
Abril 2005
0 comentarios:
Publicar un comentario