El pasado 5 de abril durante el taller de autodescubrimiento del cuerpo y construcción feminista de la sexualidad 16 mujeres pudimos disfrutar de este taller y redescubrir nuestros cuerpos y nuestra sexualidad con una nueva mirada feminista.
Estoy convencida que la sexualidad masculina y femenina realmente no dista tanto a pesar de que la educación que recibimos al respecto pareciera una brecha insalvable y que además no nos satisface ni a nosotras ni a ellos.
Me gusta mucho la categoría que hace Fina Sanz de dos formas de vivir la sexualidad o dos dimensiones diferentes y complementarias. Y a esta teoría, si le aplicamos el enfoque de género podríamos llegar a la conclusión de que las dos miradas corresponden a la manera masculina o femenina de aprender sobre nuestra sexualidad.
Existe la forma de vivir la sexualidad:
- Global y expansiva.
- Genital e intensiva.
La vivencia intensiva es la tradicionalmente enseñada los varones está focalizada en los genitales, es lineal y tiene un ritmo ascendente hasta la explosión a través del orgasmo.
La vivencia expansiva es la que tradicionalmente hemos aprendido las mujeres y se podría representar como las ondas en un estanque que se van expandiendo. Esta manera de vivir el placer involucra a todo el cuerpo excepto los genitales. Es algo que fluye y me amplía y conecta con todo el cuerpo por igual. Es expansiva y suave. Integra todos los poros de la piel y los sentidos.
Ambas vivencias el placer son complementarias e importantes. Sin embargo el patriarcado nos ha hecho pensar que solo la sexualidad centrada en los genitales y compartida de manera heterosexual es lo importante. Quitándole protagonismo a la expansiva y global.
Sin embargo, es la que queríamos recuperar a través del taller para reencontrarnos con nuestro cuerpo y nuestra sabiduría para sentirnos a través de seis de nuestros sentidos.
El clima de acogida y de generosidad que se creó hizo que las asistentes pudieran sentirse a gusto y relajadas para explorar se para sentirse para quererse un poquito más. Os dejamos un vídeo para que podáis saborear un poquito lo que allí pasó.
Y a partir de ahora espero que sigamos disfrutando de nosotras como el bien físico más preciado que tenemos, nuestro cuerpo.
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