martes, 10 de marzo de 2009

En homenaje a Gloria Arenas




Estas palabras son una incitación directa para que escribais en homenaje a Gloria Arenas, que perteneció a esta Asociación hasta hace dos meses. Probablemente este blog ha tardado mucho en escribir sobre una persona a la que queriamos, puede ser el impacto de su muerte, pero tenemos que sumarnos al homenaje que le va a dar la Universidad de Málaga, desde los grupos de mujeres en los que ella militaba y tanto queria, para dar más fuerza a la gente que como ella creia en el feminismo y en la fuerza de las mujeres para cambiar el mundo.

El circulo
“Cuando un número importante de personas cambia su modo de pensar y comportarse, la cultura lo hace también, y una nueva era comienza.
Del impacto de cada cambio nacen anillos concéntricos cuyo movimiento ondulatorio se extiende y provoca un efecto en otras relaciones”.
Jean Shinoda Bolen. El millonésimo circulo:
como transformarnos a nosotras mismas
y al mundo. Barcelona: Kairos, 2004

No sé cuando descubrió el feminismo, faltó tiempo en nuestra amistad para contarnos cosas importantes, si sé que su vida sin él no tenia sentido, que ya se le había metido en la forma de hablar, de comportarse, de enseñar, de relacionarse, de investigar, de pensar.
De la muchas aportaciones que nos ha dado el feminismo, una de las mejores, es la posibilidad de encontrarse en el camino con mujeres extraordinarias, que han vivido y trasformado sus propias vidas, y que sobre todo quieren seguir buscando respuestas, sin importar ni la edad, ni los estudios, ni las batallas sociales o personales luchadas.
Gloria lo sabía, su gran valor era no quedarse en la academia y buscar el aprendizaje no solo en la universidad, sino en cualquier lugar donde se encontraran mujeres en búsqueda de respuestas.
“La mujer como genero, posee un talento natural para ellos. El circulo es una forma arquetípica que resulta familiar a la psique de la mayoría de la mujeres, pues es personal e igualitario; y cuando las mujeres lo trasladan al lugar de trabajo o de la comunidad, las tareas que requieren colaboración experimentan una mejora, y surge un acercamiento emocional y una relación mucho menos jerarquizada entre las personas que trabajan juntas”.
“Cada mujer del circulo tiene importancia
para si misma y para el circulo,
ya que cada mujer contribuye al circulo
con su presencia
y, cuando se expresa,
con su discernimiento
y las experiencias que comparte.
Escuchar es igual de importante que hablar.
El circulo es, además de una forma, un principio
Y se opone al orden social, al orden jerárquico
que establece un nivel superior y uno inferior,
que clasifica
y compara a cada mujer individual con las otras”.
Jean Shinoda Bolen.
El millonésimo circulo:
como transformarnos a nosotras mismas y al mundo. Barcelona: Kairos, 2004
Tuvimos la suerte de encontrarnos en un circulo de mujeres, donde cada una de nosotras aporta su experiencia, su sabiduría de la vida o de los libros, su forma de ser pausada o reivindicativa, con un hilo que lía una madeja de aprendizaje mucho más rico por ser compartido, a través de un texto que ha escrito alguna de las muchas mujeres muy sabias que tenemos el placer de disfrutar las feministas.
Con Gloria aprendí lo que significa el aprendizaje dialógico, y comprendí por eso, lo que ya intuía, lo que podemos aprender unas de otras, es más aprendí que una mujer tan sabia como ella, necesitaba como la misma vida, de otras mujeres muy diversas, para poder aprender de su propia sabiduría, de la de ella.
Se nos ha quedado una silla vacía, en nuestro corazón, en nuestro aprendizaje, un vacio que todavía no somos capaces de calibrar en todo lo que significa, es demasiado pronto, pero que ya sabemos que en todo lo que nos ayudaba a avanzar en lo más complicado de nuestros debates, ya vamos a ir más despacio, también en avanzar en lo más profundo de la academia y donde se estaba investigando, para traerlo a lo nuestro a lo que pudiéramos entender desde las teorías mas crípticas, para reconocernos y reconocer.
"No tener maestras es no tener a quien preguntar,
y más hondamente, no tener ante quien preguntarse"
Maria Zambrano
No solo fue maestra para preguntarle, fue también maestra, aunque ella no lo quería reconocer, para ayudarnos a preguntarnos, a tener referencias, a hacernos preguntas en grupo, a cuando se tenía el corazón y la mente abiertos a escuchar las palabras de una mujer sabia, que sabia darlas desde el cariño más sincero, escuchar con el corazón para aplicarlo a cada una de nuestras vidas.
“En el circulo, como en la vida,
a menudo las lecciones más valiosas llegan
cuando una ha dado lo mejor de sí
en circunstancias especialmente difíciles.
El circulo y sus miembros crecen en profundidad
a través de sus momentos más duros”.
Jean Shinoda Bolen. El millonésimo circulo:
como transformarnos a nosotras mismas y al mundo.
Barcelona: Kairos, 2004
No hubiese querido, pero ¡vaya lección! Alrededor de tu cama de hospital, cuantas cosas, cuantas gentes, lo que generaste, como se movió la gente en torno a tu proceso, que nos dejaste como legado de ese escueto mes.
Fue en la selva, en la Amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó:
¿Por qué lloran delante de ella, si todavía está viva?
Y contestaron los que lloraban:
-Para que sepa que la queremos mucho.
Eduardo Galeano. El libro de los abrazos. Madrid: siglo XXI, 2008
(un libro que le encantaba)

0 comentarios: